Nuestro servicio de pulido profesional permite rejuvenecer el exterior de nuestro vehículo mediante la eliminación de la superficie deteriorada por agente agresivos y arañazos, sin afectar a la pintura, y devolviendo al vehículo su brillo y aspecto originales.
Trabajamos tanto el interior como exterior de los faros de policarbonato o cristal. Al igual que la pintura del coche, los modernos faros de metacrilato también pueden ser pulidos. El sol y los arañazos superficiales dejan una imagen deslucida y gastada que se puede restaurar a través de un pulido de faros. De esta forma, se devuelve a la pieza el brillo y su capacidad de iluminación, lo que evita además posibles objeciones en las inspecciones técnicas (ITV). Gane visibilidad y principalmente seguridad.
Recuperación del brillo
El pulido devuelve el brillo y la apariencia original.
Superficie deteriorada
Eliminamos la superficie deteriorada rejuveneciendo su imagen.
Seguridad
Los faros recuperan su capacidad de iluminación, evitando objeciones en la ITV.
¿En qué consiste el pulido de coches?
Las pinturas actuales se componen de dos capas: la propia pintura y otra más superficial y transparente, la laca.
Mediante el proceso de pulido del coche eliminamos la superficie deteriorada y devolvemos el brillo original al vehículo, que vuelve a lucir como nuevo. Esta técnica también permite la eliminación de arañazos superficiales que se encuentran en esta capa de laca y no hayan trascendido a la capa de pintura.
Un protector cerámico o coating se convierte entonces en el complemento ideal, pues supone una capa extra de protección (invisible) para mantener el brillo obtenido, con una alta capacidad para repeler la suciedad, los excrementos de aves, lluvia, etc.